Celebramos el último día de BioCulturaCoruña con una mesa redonda de mujeres ecoemprendoras gallegas
PONENTES
Carmen Sánchez: Galuriña empanadas de algas- Cristina García: Algas La Patrona – Marta Villaverde: Sudirectora general de pesca y mercados de la pesca. Consellería de Mar. Xunta de Galicia Dirección General de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnológica – Dolores Paz Pérez: Productora de mejillón ecológico. Socia fundadora de la empresa Dime Salnés.
«Vivir y trabajar en la aldea te permite estabilidad. Y asegura buena vida y trabajo para el futuro», Carmen de Empanadas Galuriña.
Recientemente destacan el peso creciente de la mujer en rural en el sector del mar, y que visibilizan, entre otros aspectos, cómo su esfuerzo ayuda a fijar población en los núcleos más apartados de las urbes.
Pero alcanzar estas cifras no es fácil para el sector primario porque “el cambio climático afecta cada vez de forma más violenta”, “los episodios meteorológicos extremos van a ser más frecuentes” con “grandes temporales o sequías más largas”, un reto que repercute directamente en la vida y en la economía de estas trabajadoras.
Un alegato que comparte la emprendedora Carmen Sánchez, una mujer de 57 años que participará en la mesa redonda del sector del mar y que en 2016 puso a andar su negocio de empanadas de algas ecológicas, Galuriña, asentado en Esteiro (A Coruña).
“Si las algas, que dependen mucho de la temperatura del agua, la pesca y lo que conllevan todos esos productos que tienen relación con el mar, disminuyen y no se buscan más alternativas, al final la gente termina marchándose y los pueblos se vacían”, argumenta Sánchez, sobre el impacto del cambio climático.
Y es que el esfuerzo de las mujeres del sector primario también constituye un motor para evitar la despoblación. “Nosotras no solo vendemos nuestros propios productos, sino que ponemos en valor la zona donde vivimos, porque cada vez que salimos fuera a los mercados nos preguntan de dónde somos y de dónde vienen la materia prima”, apunta la emprendedora.
El de Carmen no fue un camino de rosas. “A la hora de empezar con el proyecto, la parte burocrática sí que me costó porque soy la primera empresa que está especializada en masa con algas, con plan de explotación propio”, cuenta.
A punto de expandir su negocio gracias a las pizzas con algas, ahora comercializa distintos tipos de empanadas, pues tiene tres versiones veganas y también una amplia oferta de variedades rellenas de pescados y mariscos: mejillón, berberecho, pulpo, caballa, atún o bacalao.
“Trabajo muy duro porque tengo que ir a recolectar las algas los días que está la marea propicia, pero esto también me permite trabajar las horas que yo quiera para poder tener existencias y adelantar durante todo el año para los meses en los que tengo el flujo más importante de ventas”, explica.
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